
TRABAJO DE AMOR
Me asombra lo rápido que pasa el tiempo cuando hago algo que realmente me gusta.
Poco importa dónde esté, si en casa o en el trabajo,
en una clase o una reunión,
porque cuando amo lo que estoy haciendo soy, por naturaleza,
más creativa y estoy mejor dispuesta a aplicar mis mejores esfuerzos para hacerlo bien.
Es un verdadero trabajo de amor.
Comprendo que, cuando incluyo a Dios, todo lo que haga puede ser un trabajo de amor.
Dios es mi socio espiritual y yo, el instrumento que Él utiliza para aportar al mundo algunas grandes bendiciones.
Por eso, sean cuales sean mis habilidades especiales, las considero dones de Dios,
dones necesarios e importantes.
Todo lo que hago afecta mi mundo;
por eso me intereso activamente en mi sociedad con Dios, y transformo todo lo que hago en un trabajo de amor.
Dios es mi socio; por eso cada trabajo que hago
es un trabajo de amor.
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